Sierra Cruz, S. and G. Careaga Pérez (2006). Debates sobre masculinidades: poder, desarrollo, políticas públicas y ciudadanía. México, UNAM.
Como campo semántico, de acción y reflexión, la masculinidad remite a asociaciones de toda índole: en oposición a la femineidad, evoca las cualidades míticas de Afrodita y Vulcano, la belleza y sensibilidad de una; la fealdad y tosquedad del otro; también sugiere palabras como viril, violento, enérgico, sostén económico (o moral), además de otras frases o clichés que no necesariamente determinan la masculinidad. Más que una actitud, la masculinidad es una condición vital, ya que, por predisposición genética, se nace hombre, pero por (in)consciente y libre elección se decide u opta por la masculinidad.
Así, los verbos y sustantivos que compendian esta decisión, son de amplio espectro y significación, pues cubren un rango de aristas y matices que van de lo más simple o material (ser el proveedor y guía de la familia), hasta sujeto con “derechos de reproducción” –aún cuando biológicamente no se pueda alojar vida–. En suma, este volumen plantea que la masculinidad, salvo ciertas diferencias respecto de lo femíneo, es un concepto indiviso y a la vez diverso.